lunes, 13 de noviembre de 2017

Una mirada a la guerra de secesión


La esclavitud está en el origen de la guerra civil norteamericana, pero no fue su única causa. Las diferencias políticas y económicas entre los Estados del Norte y los del Sur fueron acumulándose hasta estallar en 1961. La elección de Lincoln como presidente, por el partido republicano (partidario de la prioridad de la Unión sobre los derechos de los estados y antiesclavista) precipitó los acontecimientos, ya que los Estados del Sur se dispusieron de inmediato a rebelarse. Habían perdido el poder político que detentaran con los dos anteriores presidentes y el movimiento antiesclavista se generalizaba.

Buchanan, todavía en el poder, armó al Sur y dispersó al ejército regular. Carolina del Sur fue el primer Estado en separarse de la Unión, seguido de otros doce que formaron la Confederación del Sur. La capital estaba en Richmond, Virginia, y el antiguo ministro de la Guerra, Jefferson Davis, fue elegido presidente.

La toma de Fort Sumter, en Charleston, dio comienzo a los hostilidades. El 15 de abril de 1861, Lincoln declara la existencia de la insurrección y hace un llamamiento a 75.000 voluntarios para formar un ejército que termine con la rebelión. El 6 de mayo el Congreso Confederado declara el estado de Guerra. Las medidas frente a la guerra de Lincoln se aprueban en el Congreso el 4 de julio de 1861.
 
La primera batalla de la guerra tuvo lugar en Bull Run, el 21 de julio, con victoria para la Confederación. El ejército de la Unión no había podido entrenar a sus voluntarios, pero ese fue su único error. A partir de entonces se emprendió una lucha que duraría cuatro años y que ocasionaría miles de muertos, el saqueo y la ruina de los vencidos y afectaría al país entero durante muchos años después de la rendición del Sur.

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