lunes, 22 de septiembre de 2014

Para beber en Japón

En marzo de 1990 salió para Japón una partida de buen vino californiano para su venta exclusiva en las islas niponas, una operación comercial que no tendría la mayor relevancia para nosotros sino fuera porque la línea de vinos se denominaba Gone With the Wind y en las etiquetas se reproducían imágenes de la película producida por Selznick.

La Turner Home Entertainment había cedido sus derechos a la Fujisankei Communications International Inc. (parte del mayor grupo del sector de la comunicación en Japón) para el lanzamiento de este producto, “tan americano con un perrito caliente durante un partido estival de béisbol”.

Los Windies japoneses, que son verdaderos apasionados, podían disfrutar de un chardonnay, un chenin blanco, un tinto Napa Valley y un cabernet sauvignon a precios bastante moderados y elaborados por la Markham Vineyards, conocida bodega del valle de Napa.

lunes, 15 de septiembre de 2014

En busca del premio perdido

Todavía hoy está en marcha la búsqueda del premio recibido por Hattie McDaniel en 1940, el Oscar a la mejor actriz secundaria en Lo que el viento se llevó, cuya placa ha desaparecido de la vista mundial unos años después de su entrega.

El profesor de leyes en la Universidad George Washington W. Burlette Carter ha dado continuidad a la búsqueda, que coincide con el premio otorgado este año a Lupita Nyongo. Hattie cedió su galardón a la Howard University en 1952 y allí fue admirada hasta 1972, cuando se perdió.

Al entregar el premio de la Academia, Fay Bainter declaró: ""To me it is more than just a plaque of gold, it opens the doors of this room, moves back the walls and enables us to embrace the whole of America." ("Para mí esto es más que una placa de oro, abre las puertas de esta habitación, mueve las paredes y nos permite abrazar el total de América.")

lunes, 8 de septiembre de 2014

A la barbacoa

La variedad de situaciones y la extensión en el tiempo de la historia de Lo que el viento se llevó permiten que no sólo admiremos los vestidos y trajes que lucen los actores, sino también, en algunas ocasiones, su ropa interior, en todo o en parte.

Selznick, al igual que otros productores y directores, llevó su pasión por la exactitud hasta indicar que los intérpretes llevaran la vestimenta completa, lo más adecuada a la época que fuera posible, para que se movieran y sintieran igual que lo hicieron las gentes de la última mitad del siglo XIX en Georgia, aunque no se viera ni un centímetro de las prendas que llevaban debajo.

Precisamente una de las escenas más famosas de GWTW tiene mucho que ver con la lencería: cuando Escarlata se prepara para acudir a la barbacoa en Doce Robles y Mammy la ayuda a vestirse, al tiempo que intenta que desayune. La primera “escena del corsé” de Gone With the Wind nos muestra a Vivien Leigh con buena parte de las prendas que llevaban las señoritas sureñas y que contribuían tanto a dar amplitud a las faldas como a reducir la circunferencia de sus cinturas.

Los pantaloncillos son de batista blanca, con cuatro franjas de satén azul y encaje blanco en cada pernera y rematados también con puntilla. El resto de las piernas está cubierto por medias de seda blanca.

La camisa es de batista blanca, con un escote pronunciado y un lazo de encaje y satén azul, y las mangas, cortas, también se rematan con puntilla y llevan un gran lazo de satén azul en la parte superior.

El legendario corsé es de brocado en seda blanca, con un motivo floral y tres botones de adorno en la parte delantera. Dos ballenas verticales en la parte delantera, dos en los costados y dos en la parte trasera cumplen con su misión de apretar el busto con la acción de los cordones situados a los lados y en la parte posterior. La enagua es de batista blanca, con seis volantes rematados de encaje blanco y una banda de batista blanca forma la cintura, con botones en la parte posterior.

martes, 2 de septiembre de 2014

Entre las 60 de casi cien años de cine

Un nuevo vistazo a las listas de favoritos: el libro "That's Hollywood: A Behind-the-scenes Look at 60 of the greatest films of all Times", de Peter Van Gelder, que incluye Lo que el viento se llevó en su selección de esa mirada a las "60 mejores películas de todos los tiempos".

Hay que tener en cuenta que el libro está datado en 1990, y faltan, por lo tanto, los filmes de buena recomendación desde esa fecha hasta hoy mismo. Pero se trata de una escogida selección de películas de casi un siglo de historia, y seguro que coincide con el gusto del lector o le descubre títulos imprescindibles... o no.

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