sábado, 11 de julio de 2009

Tara renace; Escarlata, también

La luna de miel continúa y Rhett no puede negarle nada a su reciente esposa, a la que parece querer tanto como ella ama la tierra de Tara.

Escarlata está espléndida en otro modelo de Plunkett diseñado para recordarnos el color favorito de Margaret Mitchell y de la protagonista de Lo que el viento se llevó.

El verde nos habla del renacer de la plantación y del desafío de la señora Butler, dispuesta a devolverle aunque sólo sea parte de su antiguo esplendor.

El blanco remite también a un nuevo comienzo, pero no es tan brillante como cuando acompañaba a la inocente jovencita de unos años atrás. De hecho, el vestido es de faille color hueso, con motivos verde oscuro en forma de rombo (que se repiten en las mangas) y bandas del mismo tono en los bajos de la falda y en la parte superior; la chaquetilla es de faille verde oscuro.

Podemos admirar este vestido de Lo que el viento se llevó en la Cinemateque Française (la Filmoteca Francesa), donde se exhibe ahora después de una cuidadosa restauración. Lo adquirió en una subasta en 1957 Henri Langlois (el legendario fundador de la filmoteca gala) y estuvo expuesto en el Musée du Cinema desde 1972 a 1997. El paso del tiempo lo había dejado muy deteriorado, pero ocho meses de trabajos minuciosos consiguieron que también este modelo, como Tara, recuperara cierto aire de sus mejores tiempos.

3 comentarios:

FRAN dijo...

Caray Caveat! no sabes cuánto te agradezco esta información sobre el paradero de este traje. Desde luego que es una de las poquitas "joyas textiles" que nos quedan de la película. No me extraña nada que se deteriorase, porque tanto tiempo de exposición ininterrumpida es totalmente desaconsejable para un textil. Menos mal que lo han restaurado, aún así debe seguir con cierta debilidad, pues han optado por exhibirlo en horizontal (o plano inclinado) para repartir su peso, sabia decisión, pese a que estéticamente le reste algo de vistosidad, pero más vale conservar lo poco que ya nos queda. Parece que el vestuario de esta película también se lo llevó en su mayor parte el viento....
Mil gracias y saludos
Fran

caveat emptorium dijo...

Ya te veo reservando billete para París, Fran... ;-)

Si quedan pocos vestigios de GWTW, imagínete lo que puede quedar del resto de las producciones. Tenemos que recordar siempre que las películas se concebían como productos de recorrido comercial a corto plazo y que debían recuperar sus costes cuanto antes (ahora también). Por eso se reutilizaban decorados, utilería y vestuario y apenas se preservaba nada que no fuera a ser útil más adelante. Con la desparición de los estudios clásicos, todo lo que había en sus almacenes quedó desperdigado o, lo que es peor, desapareció.

Saludos

FRAN dijo...

Hola Caveat!! pues sí, si París bien vale una misa, creo que ahora todavía vale mucho más!!!

Realmente es una pena que aunque sea parte de un negocio -no hay que olvidar que es una industria- ciertas piezas merecían un mejor final, sobre todo cuando una película comienza su andadura siendo un clásico. El día menos pensado aparece por ahí algún vestido perdido.....

Saluditos
Fram

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