viernes, 12 de junio de 2009

Pequeños caprichos al alcance de cualquiera

El 12 de junio de 1999 tenía lugar una subasta en Sotheby’s, en Nueva York, en la que varios objetos relacionados con Lo que el viento se llevó cambiaron de dueño por un “pequeño precio”:

La estatuilla que la Academia entregó David O. Selznick como productor de la mejor película de 1939 pasó a ser propiedad de Michael Jackson, que ganó la puja al ofrecer (por teléfono) más de 1.500.000 dólares, tres veces más de la cifra de salida.

Hay que recordar que sólo desde 1950 se requiere que los ganadores se comprometan a no vender sus Oscar y que muchos de las personas que adquieren una de las estatuillas concedidas antes de esa fecha acostumbran a devolverlas a su vez a la Academia.

Un guión de rodaje, con sus anotaciones en papeles de diferente color para cada versión de una frase o escena que se añadía y que por eso se conoce como “guión arco iris”, alcanzó la cifra de 46.000 dólares. Era el ejemplar que pertenecía a Lydia Schiller (ayudante de producción y guión) y abarca toda la segunda parte de GWTW, con notas de Selznick y de la secretaria de rodaje Barbara Keon y con alternativas más suaves al famoso “damn”.

Uno de los ejemplares del vestido estampado que llevó Vivien Leigh en la parte central de la película viajó a Brasil, pues una ávida coleccionista, bajo el nombre clave de “Scarlett”, desembolsó 90.600 dólares, cuando la estimación inicial lo colocaba en 15.000 dólares.

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