domingo, 10 de mayo de 2009

David O. Selznick, productor

David Selznick, que nació el 10 de mayo de 1902 en Pittsburgh, Pennsylvania, conocía el mundo del cine desde la infancia, pues era hijo de Lewis J. Selznick, antiguo joyero ruso/lituano que llegó a ser el jefe de su propio estudio pero que se arruinó en 1923. Dos de sus tres vástagos, Myron y David, consideraron durante algún tiempo que el resto de los magnates se había aprovechado de su progenitor y, aunque fuera inconscientemente, reivindicaron su figura, uno como agente, el otro como productor.

El futuro productor de Lo que el viento se llevó aprendió el oficio con su padre, sin descuidar sus aficiones literarias, que desembocaron en el amor por los “clásicos” y un desaforada tendencia a emitir sus ideas por escrito, bien a sus superiores, bien a sus iguales o a sus subordinados, en forma de memorandos.

Se instaló en Hollywood en 1926, en el departamento de guiones de la MGM; en unos meses, ya era ayudante del productor, aunque se tratara de westerns de ínfimo presupuesto. Un desacuerdo con Thalberg le llevó a la Paramount, de donde salió por no aceptar un recorte salarial que no creía justo.

Su idea de convertirse en productor independiente quedó relegada por una oferta de la RKO, a finales de 1931; después de intervenir en varias películas señeras, como What Price Hollywood? (Hollywood al desnudo, 1932), A Bill of Divorcement (Doble sacrificio, 1932), King Kong (King Kong, 1933) y ya casado con Irene Mayer, la hija menor del magnate de la MGM; aceptó volver a la productora del león cuando la enfermedad de Thalberg y su tira y afloja con el suegro de Selznick imponían un refuerzo.

Selznick no estuvo nunca totalmente cómodo en la MGM, pero su dedicación al trabajo produjo hitos como Dinner at Eight (Cena a las ocho, 1933), David Copperfield (David Copperfield, 1934), A Tale of Two Cities (Historia de dos ciudades, 1935), Anna Karenina (Ana Karenina, 1935)...

A pesar de que Garbo quería a Selznick detrás de sus películas, David decidió dar el paso a la producción independiente en 1935 y creó la Selznick International Pictures, con John H. Whitney como principal inversor y con aportaciones de su hermano Myron y de Irving Thalberg y Norma Shearer, entre otros.

Selznick era ahora su propio jefe, y se entrenó con “minucias” como Little Lord Fauntleroy (El pequeño lord, 1936), The Garden of Allah (El jardín de Alá, 1936) o A Star is Born (Ha nacido una estrella, 1937) antes de comprar GWTW y compaginar su producción con The Prisoner of Zenda (El prisionero de Zenda, 1937), Intermezzo (Intermezzo, 1939) o Rebecca (Rebeca, 1940), que marcan su genuino momento de esplendor.

En la década de los 40 la producción de Selznick disminuyó, pues se dedicó más a descubrir nuevas estrellas, elegir materiales adecuados para ellas y cederlas a otros estudios, actuando como una especie de agente.

Se enamoró de una de sus protegidas, Jennifer Jones, que fue su segunda esposa y que intervino en sus últimas producciones, Since You Went Away (Desde que te fuiste, 1944), Duel in the Sun (Duelo al sol, 1946) y A Farewell to Arms (Adiós a las armas, 1957).

En su última etapa se dedicó a la distribución, sobre todo de películas producidas en Europa, a cuidar de la venta de sus producciones a la televisión e incluso a preparar algunas obras para el teatro, aunque de esta última faceta no surgió nada concreto. Selznick falleció de un ataque al corazón en 1965.

“Selznick se merienda directores, escritores y secretarias”, era uno de los dichos que corrían a su costa en Hollywood y que define una parte de su carácter arrollador, apasionado y perentorio. Era capaz de cometer los más grandes errores pero también de reconocerlos con elegancia; sus colaboradores acababan por abandonarle, incapaces de aguantar su forma de trabajar, su periódicos arrebatos tiránicos, su exigencia compulsiva de perfección, su incapacidad para tomar decisiones hasta el último momento… pero Selznick sabía ser tan encantador como Jonathan Shields, el protagonista de The Bad and the Beautiful (Cautivos del mal, 1952) , que no en vano está basado en algunos rasgos de la personalidad del productor de Gone With the Wind.


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