miércoles, 10 de septiembre de 2008

Escarlata enlutada

La muerte de Charles dejó a Escarlata viuda y desconsolada, no tanto por la pérdida de su esposo sino por verse obligada a vestir de luto durante mucho tiempo, y de colores tristes el resto de su vida. Tal idea la sumió en una fuerte depresión que todos pensaron que estaba provocada por el amor a Charles, cosa que ella estaba muy lejos de sentir. La joven de dieciséis años necesitaba un cambio de aires y, tras un par de viajes, acabó por recalar en Atlanta, donde le interesaba estar; allí, con la posibilidad de ver a Ashley de vez en cuando, el luto parecía más llevadero.

En la película, Escarlata lleva el mismo vestido negro en la secuencia en que se prueba un sombrero púrpura y convence a su madre para que le permita ir a la ciudad, a lo largo del baile de caridad y en la lectura de la lista de bajas.

Cuando Rhett le regala el sombrero de París, el modelo es el mismo, pero en lugar de estar hecho de tafetán, en esta ocasión es tafetán doble (faille, fay o faya), y en la lista de bajas ha perdido el miriñaque.

Las mangas son largas y ceñidas, y, por supuesto, no lleva escote: el cuello, alto, está cerrado por un broche ovalado de ónice con remate dorado.

Ni hablar de ponerse el llamativo sombrero de terciopelo, con plumas de colores y un par de lentejuelas doradas… lo propio era un tocado de tafetán negro, con sus lazos correspondientes y con un velo del mismo material hasta los tobillos. Este accesorio era adecuado, según Margaret Mitchell y Susan Myrick, para cualquier otra ocasión excepto para el bazar, porque les parecía de mal gusto que Escarlata llevara sombrero y velo de luto cuando el resto de las señoritas lucían vestidos escotados y de colores brillantes; Myrick y Plunkett insistieron para que se suprimiera.

Pero esta guerra también la perdieron las sureñas: Selznick había pagado por el modelo de John-Frederics y, además, estaba convencido de que era necesario que Escarlata apareciera lo más incongruente posible en un ambiente tan colorido, lleno de la frivolidad y despreocupación que ardían en su interior pero que le estaba vedado mostrar.

0 comentarios:

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.