domingo, 9 de marzo de 2008

Del celuloide a la cinta magnética

El 9 de marzo de 1985 es una fecha importante en la historia de Lo que el viento se llevó, pues corresponde al lanzamiento en vídeo doméstico de la película en Estados Unidos. Desde entonces se han sucedido las ediciones, en Laser Disc, Beta, VHS y más recientemente en DVD.

La MGM (por entonces conocida como MGM/UA) tenía los derechos de distribución y los había cedido a la CBS para la exhibición de la película en 1976, otro hito y otro éxito de audiencia. Ese compromiso con la pequeña pantalla había impedido que Gone With the Wind se lanzara en vídeo, aunque sí se realizó una edición reducida sólo para el mercado exterior, donde se vendía por 150 dólares. Esas videocassettes importadas se cotizaban muy alto en Estados Unidos, por lo que se decidió dar luz verde a la edición en el país, que fue la que llegó a las tiendas este día.

La productora cifraba la demanda en 250.000 mil copias, tanto para alquiler como para venta. Pero nada de lo que tiene que ver con GWTW es sencillo y, por supuesto, hay un par de anécdotas sobre este estreno en vídeo:

Unas semanas antes se descubrió que la copia que se iba a distribuir por todo el país incluía el prólogo de la edición internacional.

Es decir, que en lugar de las frases de Ben Hecht con el fondo de Dixie, que todos los Windies estadounidenses se sabían de memoria, lo que aparecía en pantalla era el texto que se utilizaba, por ejemplo, en España, y con las notas de Dixie, el Himmo de Batalla de la Répública, Bonnie Blue Flag y Old Folks at Home como música de fondo. Hubo que recoger todas las cintas que ya se habían repartido, unas 29.000, y volver a editar la película... sobre cintas vírgenes, faltaría más.

Esta operación tuvo un coste de 100.000 dólares. Por fin, Lo que el viento se llevó llegó a las tiendas y a los hogares en las mejores condiciones posibles por entonces: la MGM se preciaba de haber utilizado como máster una copia de la película que se había encontrado, como nueva, en una mina de sal en Kansas.

El público estaba ansioso por poder ver la película en su propio hogar, ya fuera en alquiler, con precios variables y con lista de espera, o comprándola, por 89,95 dólares. Pero no estaba de más hacer un poco de publicidad, y nada mejor que comprar un espacio publicitario en la ceremonia de entrega de los Premios de la Academia del 25 de marzo. El vídeo era considerado por entonces una amenaza para el cine, y la Academia se mostró remisa a aceptar el anuncio en medio de su programa. Pero los fabricantes de la cinta y la CBS llegaron a un acuerdo y GWTW obtuvo un spot de 30 segundos justo antes de la entrega de los premios principales, por el que se pagaron 200.000 dólares.

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